Windows 11 revelado por el kernel: No supera en velocidad a Windows 10
Microsoft ha promocionado a Windows 11 como el sistema operativo de vanguardia necesario para aprovechar al máximo el hardware más reciente. También delineó una hoja de ruta y resaltó las mejoras introducidas en este sistema operativo para destacar su diferencia significativa con respecto a la generación anterior.
Una de las mejoras más notables se produjo con la llegada de los procesadores Intel Alder Lake, que se basaban en la entonces innovadora arquitectura híbrida de la compañía de chips, utilizando dos bloques de núcleos diferentes: uno de alto rendimiento y otro de alta eficiencia. Windows 11 recibió mejoras importantes para optimizar el funcionamiento del programador de tareas Intel Thread Director.
Se anticipaba que esta optimización marcaría una diferencia notable en el rendimiento a favor de Windows 11, con la expectativa de que se implementara posteriormente en Windows 10. Sin embargo, la realidad fue diferente. El núcleo de Windows reveló un secreto importante: todas las versiones de Windows 10 desde la build 21301 y Windows 11 ya estaban adecuadamente optimizadas para trabajar con Intel Thread Director.
Esto significa que solo se experimentará una mejora significativa en el rendimiento al actualizar desde una versión anterior a Windows 10 build 21301. Sin embargo, es poco probable que alguien esté utilizando esa versión, ya que es bastante antigua (lanzada a principios de 2021, hace tres años, lo cual en el mundo de Windows es una eternidad).
Las discrepancias de rendimiento entre Windows 11 y Windows 10 son apenas perceptibles
La evidencia se refleja en numerosas pruebas con diversas configuraciones. En la mayoría de los casos, ambos sistemas operativos ofrecen un nivel de rendimiento casi idéntico, con diferencias mínimas en aquellos casos en que se presentan. Aunque Windows 11 cuenta con algunas características exclusivas, como el auto HDR, y es un sistema más moderno con un mayor nivel de soporte, no puede afirmarse que sea más rápido que Windows 10.
Es importante tener en cuenta que Windows 11 tiene requisitos más exigentes que su predecesor, lo que excluye a muchas configuraciones perfectamente capaces y eficientes en la actualidad, incluso en términos de rendimiento en juegos. Además, su consumo de recursos es mayor, lo que lo convierte en un sistema operativo más exigente, especialmente en equipos menos potentes.
Estas consideraciones son dos de las razones más significativas por las que recomiendo mantenerse en Windows 10 en lugar de actualizar a Windows 11, especialmente si el PC tiene menos de 16 GB de RAM o un procesador sin soporte oficial. En el último caso, aunque sea posible forzar la actualización, no se recomienda hacerlo.
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