La App Store y la DMA: Enfrentamiento generalizado hacia Apple por presunto incumplimiento malicioso de la normativa europea
Grandes empresas tecnológicas como Meta, Microsoft, Spotify y Epic, entre otras, están presionando a los responsables de la Unión Europea para que rechacen los cambios propuestos por Apple en relación con la App Store y la DMA, calificándolos de “astutos”. Solicitan que el ejecutivo europeo tome medidas contra lo que consideran un “cumplimiento malicioso” por parte de Apple y que obligue a la compañía a reconsiderar sus políticas para cumplir con la nueva Ley de Mercados Digitales que entrará en vigor en Europa el próximo mes.
La App Store representa una parte fundamental del lucrativo negocio de movilidad de Apple en la actualidad. A pesar de que Steve Jobs, en sus inicios, no deseaba que el iPhone ejecutara aplicaciones de terceros, los cambios posteriores llevaron a la creación de una tienda de aplicaciones que se ha convertido en la más rentable del mundo. Esta tienda no solo genera ingresos directos por la venta de software, sino que también impulsa las ventas de hardware.
Sin embargo, la App Store ha estado bajo escrutinio durante años debido a su funcionamiento considerado “monopolístico”, sus políticas de ingresos cuestionables y las tarifas que Apple cobra a los desarrolladores por cada aplicación vendida en la tienda. Ha enfrentado numerosas demandas judiciales y administrativas, y la nueva normativa europea la coloca nuevamente en el centro de la controversia.
La DMA y Apple Store
Apple, al igual que otras grandes empresas tecnológicas, se ve obligada a ajustar sus políticas en conformidad con la nueva Ley de Mercados Digitales europea. Esta normativa define a las grandes plataformas como “guardianes del acceso” y busca garantizar que actúen de manera equitativa en línea. En términos simples, se pretende evitar que las grandes empresas tecnológicas estadounidenses aprovechen su posición dominante actual para favorecer sus propias soluciones, promoviendo así la competencia y ofreciendo oportunidades a otras empresas más pequeñas que dependen de estos “guardianes”.
De acuerdo con la DMA, Apple ya no podrá mantener un monopolio sobre el mercado de aplicaciones de iOS y estará obligada a permitir mercados alternativos para que los desarrolladores distribuyan sus aplicaciones. Esto implica que, en la Unión Europea, los desarrolladores ya no estarán sujetos a las políticas de contenido de Apple ni al modelo de reparto de ingresos por compras dentro de la aplicación.
Apple anunció el mes pasado sus actualizaciones de políticas inspiradas en la DMA, sin embargo, estas medidas no han convencido a muchos desarrolladores, quienes han criticado a la compañía por distorsionar la ley para hacer lo contrario de lo que se pretende. Entre los críticos más destacados se encuentra Microsoft, cuyo jefe de la división de juegos, Phil Spencer, afirmó que “los pasos iniciales que Apple ha propuesto son muy prohibitivos para que podamos crear una alternativa significativa a la única tienda que está disponible en la plataforma de juegos más grande del mundo, que son los teléfonos móviles”.
Meta también se ha unido a las críticas, expresando que no creen que la propuesta de Apple vaya a marcar una diferencia significativa, ya que consideran que las restricciones implementadas por Apple hacen que sea muy difícil para cualquier desarrollador considerar seriamente la posibilidad de utilizar tiendas de aplicaciones alternativas.
El director ejecutivo de Epic Games, Tim Sweeney, ha acusado específicamente a Apple de llevar a cabo un “cumplimiento malicioso”, un término que desde entonces ha sido utilizado para describir el comportamiento de la compañía.
Uno de los cambios más significativos para los desarrolladores interesados en lanzar aplicaciones sin utilizar la tienda de Apple es la introducción de la llamada Tarifa de Tecnología Básica (CTF, por sus siglas en inglés). Según el nuevo esquema de Apple, cualquier desarrollador que acepte los términos actualizados deberá pagar 0,50 euros a Apple por cada usuario, por cada instalación superior a un millón, en la primera instalación anualmente. Esta tarifa se aplicará independientemente de si la aplicación es gratuita o de pago. Estas nuevas reglas plantean la posibilidad, por primera vez, de que un desarrollador de aplicaciones pueda terminar debiendo a Apple más dinero del que generó con la aplicación.
Estas y otras propuestas están siendo cuestionadas, y la Unión Europea tendrá que determinar si cumplen con la DMA o si, de lo contrario, la normativa no servirá para nada y las grandes tecnológicas seguirán abusando de los sectores que controlan. Esta semana, se ha anunciado que la Comisión multará a Apple Music con 500 millones de euros por prácticas anticompetitivas, resolviendo una demanda de Spotify. Aunque este caso es anterior y paralelo a la DMA, refleja la creciente preocupación por las prácticas anticompetitivas en la industria tecnológica.
No solo Apple, sino también otras grandes empresas como Microsoft con Windows, Google con Android y Meta con las redes sociales, se verán obligadas a ajustar sus políticas a la nueva normativa europea. El desenlace de este proceso será crucial para determinar el grado de control que las grandes tecnológicas ejercen sobre sus respectivos mercados.